lunes, 19 de mayo de 2008

La Casa de las Especias.


Cuando yo era pequeña de vez en cuando acompañaba a mi abuela a comprar. Me encantaba ir de tienda en tieda. Aquí la carne, en la bodega el vino y los refrescos y en Joaquin Boj las especies y las legumbres.
Y es que esa tienda es una institución en Cartagena y un sitio maravilloso.
La tienda original donde iba con mi abuela es una pasillo estrecho con un mostrador muy largo y muy muy alto. Las cosas colgaban del techo y se amontonaban en ordenadas estanterías que cubrían cada rincón de las paredes. Y sobre todo era y es un sitio que huele de maravilla.
Entrar allí es un placer porque huele a cominos, a clavo de olor, a pimienta negra en grano, a pimenton de la vera, a curry, curcuma, nuez moscada y orégano. Pero sobre todo huele a azafrán de pelo.

Tendría que explicaros que mi abuela es una fanática de las especies. Tiene un cajón enorme lleno de pequeños tarros rellenos con un poquito de esto y un poquito de aquello y en sus potajes de abuela los mezcla a pizquitas como si fuera una bruja haciendo pociones.

Pero por encima de todo es una enamorada del azafrán de pelo que atesora en una cajita en el fondo del cajón.
Aún cuando de joven no vivía precisamente en la abundancia siempre ahorraba para su cajita de azafrán y cuando yo me mudé, un día me dijo que si yo no tenía dinero ella me compraba una, "... que los guisos sin azafrán no están igual...".

Por supuesto yo tengo un cajón de la cocina lleno de especias, las de siempre y algunas nuevas que mi abuela no conoce y entre todas una cajita pequeña con azafrán de pelo.

Y todo esto viene porque esta mañana que no trabajaba me he acercado a Joaquin Boj, pero a la tienda nueva que ya no está tan abarrotada pero que sigue oliendo a gloria .
Está cerquita de casa y es un placer pedir lo que sea y que cojan un bote de gristal enorme y con una palita pongan un poco en un paquetito de papel encerado sobre la báscula, que esta sí ya es digital.

P.D: Es que no me apetecía volver con un "Perdón por no escribir pero es que no tenía tiempo...". Cosa que por cierto tampoco sería mentira. ^^UU

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra volverte a leer, y que cierto es, que nuestras vidas no serían las mismas sin esas dos tiendas... a ti por tu infancia, y a mí porque me descubrió que podía cocinar las recetas que tenía ese libro raro que le regalaron los Hare Krishna a mi madre cuando compró los cuadros de elefantes.

Pero se te ha olvidado decir, que ... lo mejor de esas tiendas, es que incluso cuando están cerradas, si viene el viento de cara... la calle huele a especias. Y eso, es mágico

Anónimo dijo...

Aquí tb hay una, y adoro el olor...desde el ppio de la calle ya voy aspirando :D:D

Un besazo wapa! Me alegra volver a leerte!!

Findûriel dijo...

Ay que no me lo puedo ni de creé... que os voy a ver en menos de dos semanas... INCREDIBLE
Voy a entrenar los músculos de los brazos, porque me parece que Aulë va a llevar a cabo su amenaza de aplastarme de un abrazo con su nueva heroic class 'Abrazafarolas del caos'
Un beso, par de dos!