Cartagena es una ciudad pequeñita, de tamaño ergonómico que dirían algunos, cómoda que diría yo.
Hasta hace unos seis meses toda la variedad que teníamos para salir a cenar por ahí se reducía a pizza, plastihamburguesa y comida cañí.
Ahora desde hace seis meses tenemos hindú, japonés y un buffet wok en abierto.
Anoche fuimos a este último y creo que me he reconciliado con la comida china.^^
El cocinero es nuestro chino favorito. Uno con brazos como jamones que una vez calentó a un gilipollas que se puso a gritarle obscenidades a las camareras.
El sitio es genial porque eliges lo que quieres del buffet de ingredientes crudos y luego te lo cocinan con el wok en directo. Las llamas saltan un metro y es un verdadero espectáculo.
Quizás no suene como algo del otro mundo para quienes ya lo han visto pero a mi me gustó mucho.
Cada vez que voy me entra complejo de Haviland Tuff porque me lleno el plato de setas hasta los bordes y soy feliz como una perdíz. ;P
Después de una sobremesa de tres horas decicimos que era hora de dedicarnos a asuntos más provechosos... viciarnos al Ciudadelas.
Buenísmo el juego, altamente adictivo y muy muy recomendable.
Se puede pedir algo más que una buena velada con amigos, pós va a ser que no.
domingo, 5 de noviembre de 2006
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2 comentarios:
Jo, la verdad es que nos lo pasamos muy bien... aunque casi me quedara sin cejas xDDD
Carol
Es que aunque lo veas una y mil veces no puedes evitar acojonarte un poquillo con esas pedazo de llamas.
Por cierto, ¿te apuntas a más maki roll de pepino y sésamo la próxima vez?.
Estoy dispuesta a no comer nada más hasta limpiar la bandeja. ^^UU
Por cierto, quiero otra partida del Ciudadelas que tengo el monoooo.
;P
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