Campo de batalla: mi casa.

Chicos la guerra a empezado, a golpe de martillo y cincel esta mañana me han tirado la pared de la cocina. La verdad es que impresiona ver como se cae a pedazos algo que llevo viendo allí desde que tenía tres añitos.
Paf.... adiós cocina, adiós bañera, adiós azulejos, adión lavabo. Todo fuera.
Ahora estamos de ocupas en casa de mi abuela ( la verdad es que yo ya llevo así tres meses ^^UU) que gracias a Eru vive al otro lado del balcón.
No sé como vamos a hacerlo para no matarnos pero de momento nos arreglamos con no tropezar con las pilas de cosas que hay en mitad del pasillo y por los rincones.
De momento conservo el ordenador por obra y gracia de la mía mare que sin haberlo tocado nunca se ha convertido en su más firme defensora ( hasta me ha prometido un monitor plano porque dice que esta hasta las narices del monstruo este ;P ). Pero seguramente tendrá que empezar a compartir espacio con sacos de cemento, baldosas y sanitarios nuevos además de la vieja cocina que anda por aquí destartalada.
Así que mañana seguramente os estaré hablando sentada en un cubo de pintura peero podría ser peor.

P.D: Haviland Tuff es mi nuevo héroe y dentro de poquito os recomendaré un libro más que apetitoso. Solo dadme cincuenta páginas más.