Tocar o no tocar

Tocar o no tocar, esa es la cuestión.
Yo creo que aprendí a tocar con Aulë porque cuando era pequeña era bastante arisca, que diría mi madre.
Y es que yo no toco si no me nace. Para mi el contacto físico, un abrazo, una caricia dice mucho y "es" mucho.
Hay gente que va por la vida abrazandose con todos sus amigos y que a los dos minutos de conocerte se te engancha del brazo como si os conociérais de toda la vida pero yo no puedo.

Hay gente con la que soy un poco pegajosa, según mi baremo tampoco es demasiado, y otra con la que darme dos besos es una obligación.
Con Aulë soy bastante lapa pero como a día de hoy aún no se ha quejado supongo que será porque le gusta. XDD
Con mi amiga Driada también, cuando vino la última vez de Madrid nos fuimos hasta el restaurante de la mano como las niñas buenas.Después de dos meses realmente necesitaba tocarla.
Con la madre de Aulë estoy empezando a ser pegajosa ahora. Para mi es ya como una tía, una amiga mayor, no sé...me gusta darle un arrechucho de vez en cuando y preguntarle como le van las cosas.
Mi abuela Tere también sufre de mis abrazos de oso bastante seguido y a mi abuelo Gregorio me encantaba darle besos en la frente.

Sin embargo no recuerdo haberle dado un abrazo a mi hermana en años y sinceramente no creo que los quiera.
Mi madre sin embargo siempre dice que soy muy fria porque simplemente no me nace hacerle una caricia. Ella intenta obligarme pero esos besos ella tiene que saber que no significan nada.
Es una pena pero es así soy yo, incapaz de fingir una caricia.

Post mañanero producto de ideas raras preexámenes y noctámbulas.